Por Pedro Francés Gómez
Esta newsletter está compuesta por contribuciones de varios de los participantes y coordinadores de mesas temáticas del pasado XXV Congreso de EBEN España “Ética y Responsabilidad Social en el Corazón de la Empresa: Competitividad Sostenible” celebrado en Cuenca, en la Universidad de Castilla la Mancha, los pasados 25 y 26 de mayo, bajo el impulso y extraordinaria dirección de Pablo Ruiz Palomino y Ricardo Martínez Cañas.
Basta recorrer estas contribuciones para darse cuenta de que el XXV congreso no ha sido un congreso más, sino que ha constituido una celebración de este aniversario del que todos debemos sentirnos muy orgullosos. Una continuidad de veinticinco años es muy meritoria para una asociación relativamente pequeña, sin grandes patrocinios o intereses que la respalden. Ha sido posible gracias al compromiso de los propios socios y el empeño de quienes fundaron la asociación y han mantenido su espíritu desde los puestos de dirección.
La celebración ha tenido un marco excepcional en la bella ciudad de Cuenca, y en las instalaciones de la UCLM. El carácter excepcional del evento se destaca por la cantidad y calidad de contribuciones (más de noventa en total, lo que es posiblemente un récord), y la gran participación en todos los talleres y mesas, con aulas llenas y vivas discusiones en cada aula. En este congreso se han consolidado elementos ya iniciados en años anteriores, como los talleres temáticos, las mesas redondas sobre temas específicos, la posibilidad de presentaciones en formato póster, la sesión dedicada a la publicación de artículos científicos, o el muestrario de publicaciones recientes de los socios. Estas novedades, unidas a las líneas tradicionales (sesiones plenarias y mesas de comunicaciones) mantienen el interés del congreso, que es obviamente el evento principal de la asociación.
Este XXV congreso ha sido, por tanto, un momento especial para muchos de nosotros. Un momento para hacer balance –un balance positivo– del camino recorrido, y analizar también los retos presentes. Para la asociación, el reto de crecer de modo sostenible, y sobre todo recuperar la presencia de socios institucionales. Como académicos, enfrentar las exigencias cada vez mayores de una “Ética empresarial” que, para bien o para mal, se ha convertido en un campo de investigación con niveles de competitividad análogos a los de disciplinas económicas y empresariales más descriptivas o cuantitativas. En el ámbito profesional y organizacional, el reto de no perder el paso ante la evolución de la legislación y de la conciencia empresarial, lo que implica situar nuestra disciplina en un lugar central para varios campos de la gestión, desde el gobierno corporativo al marketing, desde la contabilidad a las relaciones laborales, lo cual nos plantea a su vez el reto de cómo mantener y mejorar la formación ética de los futuros profesionales.
En cuanto a la asociación, en la Asamblea General se eligieron nuevos miembros de la Junta directiva, porque tres de los miembros (Jordi Melé, Daniel Arenas y Germán Granda) habían agotado su período. Dado que hubo sólo dos candidaturas recibidas en tiempo y forma, las mismas fueron elegidas por aclamación: Leire San José como vocal y Domènec Melé como vicepresidente. Hay que agradecer a los salientes su colaboración durante estos años (una colaboración que en el caso de Jordi está estrechamente ligada a esta newsletter, como sabemos). A los nuevos miembros, además de agradecerles su disponibilidad, desearles una feliz travesía.
Por lo demás, el excelente congreso de Cuenca terminó mirando ya a la próxima cita, en Málaga, en mayo de 2018.