Por Domènec Melé
En nuestros días muchos reconocen la importancia de la ética en la gestión, y en particular en el liderazgo, aunque todavía no todos están convencidos. Hoy quisiera recuperar unas ideas de Chester I. Barnard (1886-1961), uno de los pioneros del pensamiento en dirección de empresas. Tenía muy claro lo que él denominaba el factor moral. Habla de él en su famoso libro The Functions of the Executive (Boston: Harvard University Press, 1938), un libro que durante varias décadas fue muy leído y, en mi opinión, sigue siendo relevante en muchos aspectos fundamentales. Este libro es el resultado de una profunda reflexión sobre su larga experiencia empresarial, que incluía haber sido presidente de la New Jersey Bell Telephone Company.
Barnard presentó una visión innovadora de la empresa que contrastaba con lo que eran las teorías dominantes de su época. Su innovación no consistió en la búsqueda de métodos de trabajo para aumentar la productividad como Frederick Taylor, o de proporcionar principios para una gestión eficaz como Henri Fayol. Su empeño fue explicar cómo operan y cómo deberían operar las organizaciones empresariales. Barnard ve las empresas como sistemas complejos de cooperación de las personas que la componen.
Fue uno de los primeros autores en hacer hincapié en el papel del liderazgo, a pesar de que la centralidad de su enfoque fue la cooperación. Pero no hay cooperación sin liderzazo. Escribe: “La cooperación, no el liderazgo, es el proceso creativo, pero el liderazgo es el desencadenante esencial de sus fuerzas ” (p. 259 )
De acuerdo con Barnard, la cooperación es “consciente, deliberada, y con propósito” ( p. 4 ), y requiere la confianza en el líder. Aunque destacó el papel de la estructura y los procesos de cooperación, Barnard subraya la necesidad de la confianza – “fe en el ejecutivo”, en sus propias palabras. Para él es esencial para el liderazgo que se construya sobre lo que él llama el factor moral. Después de citar varios elementos organizativos que favorezcan la cooperación, Barnard añade:
” … Todos estos elementos de la organización, en la que el factor moral encuentran su expresión concreta, explican la necesidad de liderazgo, el poder de la persona para inspirar decisiones personales de cooperación, generando fe: la fe en común la comprensión, la fe en la probabilidad de éxito, la fe en la máxima satisfacción de los motivos personales, la fe en la integridad de quien ejerce autoridad, la fe en la superioridad del propósito común sobre los objetivos personales de quienes participan en ella.” (pág. 259 )
Barnard hacehincapié en dos elementos esenciales en la gestión empresarial: por una parte, la técnica, relacionada con estructuras y procesos, y por otra, la ética, relacionada con el liderazgo.
La supervivencia de la empresa y el desarrollo de las personas que constituyen la organización dependen del liderazgo,en el cual la ética en crucial. Dirá: “La resistencia de la organización depende de la calidad de la dirección, y su calidad deriva de la profundidad moral en la que se apoya.” (pág. 282 )
Barnard demostró una visión profunda de la realidad. Volver a leer a clásicos de la dirección de empresas como Bernard podría ser muy recomendable para lograr una dirección mejor fundamentada, y dónde el ‘factor moral’ es esencial.