Por Ángela Callejón
“El trabajo como función y responsabilidad social de la empresa” es el lema elegido para el próximo congreso EBEN-España, sencillamente porque lo es. El trabajo es un asunto tratado desde antiguo; ya Horacio, el gran poeta latino, que no llegó a conocer el inicio de la era cristiana, hacía referencia él y a la necesidad de hacerlo bien.
Tres consideraciones quisiera resaltar sobre el trabajo: la primera de ellas es que en sí mismo debe tener la calidad requerida y aún sobrepasarla; la segunda, igualmente importante, es que llevar a cabo nuestro propio trabajo profesional nos permite perfeccionarnos a nosotros mismos, iremos siendo más puntuales, más honestos, más organizados…; y la tercera es que en la medida en que procuramos realizar bien nuestro trabajo servimos a las personas con quienes nos relacionamos profesionalmente; un alumno será más culto en la medida en que el profesor haya explicado mejor la lección.
Así, el trabajo en su más amplio sentido, tiene una dimensión que trasciende la mera realización de una tarea empresarial y del valor económico estimado. Y es que la propia naturaleza del trabajo, más allá de ser una forma de ganarse la vida, permite a las personas elevar su propia dignidad, como persona y como profesional.
La dignidad del trabajo no responde meramente a la categoría profesional, sino que radica en quién lo realiza –una persona– y en el motivo por el que lo realizamos, el para qué. Por eso en la medida en que cada uno seamos capaces de descubrir nuestro para qué, tendremos la posibilidad de dar una mayor dignidad a nuestro trabajo profesional. El profesor Tomás Melendo, filósofo y metafísico, que impartirá la conferencia inaugural, confío que despertará nuestro interés por estos temas, dada su capacidad reflexiva y pedagógica. Este congreso pretende ofrecer un espacio para la reflexión sobre la dimensión ética del trabajo.
En el conjunto de la sociedad, la empresa llevará a cabo una función social óptima en la medida en que las personas que la conforman tengan un para qué acorde con su responsabilidad social, esto es, un motivo que incite a ofrecer un buen servicio a la sociedad, colaborando así en la creación de valor compartido.
El congreso cuenta con varios grupos temáticos que prometen ser muy interesantes. Bloques relacionados con las finanzas, la comunicación, las personas, la sostenibilidad o el turismo entre otros, ampliarán el contenido de los temas a tratar. Habrá también talleres encaminados a intercambiar experiencias sobre docencia en ética empresarial o dirección humanista y completarán las sesiones de trabajo dos mesas redondas formadas por profesionales del mundo de la empresa y otras instituciones, que nos mostrarán cómo ha sido su evolución en materia de responsabilidad social y ética empresarial, y cuáles son sus proyectos próximos en esta materia. Se concederá un premio al mejor trabajo presentado en el congreso vinculado a ética y empresa familiar, y varias revistas especializadas publicarán los mejores trabajos científicos presentados en el mismo.
Permitidme que la parte lúdica preparada para estos días no sea aún desvelada, pero puedo asegurar que no dejará indiferente a ningún participante. Málaga es uno de los destinos más demandados principalmente por su clima, gastronomía y la enorme oferta cultural y museística.
El peso de la responsabilidad no ha conseguido enturbiar la enorme ilusión y esfuerzo que estamos derrochando con los preparativos de este congreso, donde nos gustaría veros participar. Os esperamos.