Por Ginés S. Marco Perles
Chair of 2019 EBEN Annual Conference
En estos días de impasse político en España, quizá tendamos a proyectar hacia el futuro y dejar de atender el presente inmediato. La actualidad, siempre “rabiosa”, se puede abordar de muchos modos, pero en el Congreso EBEN -que se celebrará en Valencia del 11 al 14 de junio de este año- nos hemos propuesto afrontar transversal e integralmente el servicio que la empresa ha de proporcionar a la sociedad. La empresa surge en la sociedad, se desarrolla en la sociedad, utiliza estructuras de la sociedad que le proporcionan estabilidad -política y monetaria- y garantías jurídicas.
Además, contribuye de modo fehaciente a aprovechar los recursos educativos y formativos de los ciudadanos, así como las infraestructuras de energía, comunicaciones y transportes. A cambio, en simbiosis fructífera, la empresa canaliza un servicio imprescindible a la sociedad: por ejemplo, proporcionando empleo, creando riqueza y pagando impuestos. Muchas dedican parte de sus beneficios a acciones sociales. En realidad, las empresas ayudan a la sociedad de muchos otros modos quizá menos evidentes: crea conocimiento, desarrolla la cultura, facilita el aprendizaje y la colaboración en las organizaciones, hace accesibles productos y servicios, es cauce para la creatividad y la innovación al servicio de la sociedad, cuida –o ha de cuidar- el medio ambiente, facilita múltiples relaciones humanas y da cohesión social, investiga nuevos productos, asume retos, facilita poder encontrar sentido al trabajo, favorece el desarrollo de otras empresas proveedoras o clientes, etc.
Como todo lo humano es mejorable, a pesar de la conciencia ya adquirida entre los ciudadanos, del cuidado del medio ambiente, hay que seguir apostando para que la empresa apoye medidas correctoras y facilite, por ejemplo, condiciones de trabajo cada vez más dignas que faciliten el desarrollo personal, con una adecuada armonización entre trabajo y conciliación familiar. De este modo, la actividad empresarial no solo se reduce a los beneficios económicos, sino que ha de contribuir a que esa riqueza sea justa”, porque se obtienen de la explotación moderada y reciclable de los recursos naturales. También la empresa ha de facilitar la justa competencia, haciendo inviables los oligopolios o monopolios que contribuyen a la corrupción, o al amaño con los poderes públicos, lo que ciertamente constituye, en muchos países, una gangrena que cercena cualquier crecimiento social.
Reflexionar sobre la relación empresa-sociedad afortunadamente no es nuevo y, sin embargo, todavía quedan cuestiones importantes para el futuro, en las que el debate sigue abierto, especialmente si nos fijamos en esta relación en términos de servicio.
Los organizadores del Congreso Anual EBEN 2019 deseamos que este evento sirva de punta de lanza para desarrollar una amplia conversación académica e interdisciplinar en relación a los grandes temas que deben alumbrar el quehacer de las organizaciones de nuestro tiempo. Por esa razón, conjugaremos la presencia de académicos y directivos que mostrarán las múltiples vertientes del servicio al cliente y a la sociedad en su conjunto.
Os esperamos con el propósito de intercambiar experiencias que nos enriquezcan; y deseamos que disfrutéis de Valencia y de su historia, que paseéis por su inigualable centro histórico, sede del Congreso, así como por esa fascinante ventana al Mediterráneo que nos brinda “La Malvarrosa”, y de cuyas preciosas vistas disfrutaremos en un atardecer que esperemos sea inolvidable.