Los directivos del sector financiero siguen concediendo mayor importancia al cumplimiento de objetivos a corto plazo y ser “socialmente responsables” es una prioridad menor. Ésta es una de las conclusiones de un informe sobre la rendición de cuentas de los altos directivos (el denominado nivel C) de la banca y los seguros elaborado por The Economist Intelligence Unit, que examina el grado en que estos altos directivos se sienten responsables ante la sociedad.
Desde el comienzo de la crisis, el sector financiero ha sido objeto de escrutinio público por sus actuaciones, su metodología en la gestión de riesgos y sus salarios, al tiempo que gobiernos, reguladores, inversores, contribuyentes y consumidores han pedido una mayor rendición de cuentas por parte de las empresas de servicios financieros. Sin embargo, la responsabilidad significa cosas distintas para ambas partes.
Según el estudio, el 84% de los directivos de nivel C de las finanzas (incluyendo seguros y reaseguros, banca de inversión y mercados de capitales, banca minorista y comercial) considera más importante cumplir “los objetivos de rendimiento a corto plazo”, seguido de cerca por “garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la organización” (83%). La necesidad de ser un “ciudadano corporativo socialmente responsable” obtiene un 62%.
Los ejecutivos financieros opinan que deben rendir cuentas principalmente al consejo de administración (90%), seguido de los reguladores (79%) e inversores (74%). Sólo el 54% se ven como responsables ante la “sociedad en general”. Cuando se les preguntó ante quién o qué deberían rendir cuentas o ser más responsables, las opciones más populares son ante los consejeros delegados CEO (48%), los inversores (44%), los consejos de administración (36%) y los reguladores (32%). Las opciones menos populares son la sociedad (25%), los trabajadores de la empresa (24%) y el Gobierno (11%).
Al mismo tiempo, no creen que su remuneración sea excesiva. Casi dos tercios (65%) de los ejecutivos encuestados creen que simplemente se les paga lo que valen. Además, sólo una minoría (29%) piensa que factores como una mala imagen pública o la crítica de los inversores tienen mayor influencia hoy en las políticas de remuneración que hace unos años.
El informe destaca que la responsabilidad social tiene menor peso entre los líderes del sector financiero de Norteamérica que en sus homólogos de otras partes del mundo. A los encuestados se les pidió que indicaran el grado en que están de acuerdo o en desacuerdo con la afirmación: “Las empresas deben centrarse en ganar dinero y dejar la búsqueda de objetivos sociales más amplios a gobiernos, reguladores y otros”. En América del Norte, el 63% estuvo de acuerdo y sólo 8% en desacuerdo. En la región de Asia Pacífico, el 53% de los encuestados estuvo de acuerdo y el 32% no, mientras que en Europa, el 45% sí estuvo de acuerdo, frente al 38% que no. Tres cuartas partes de los encuestados norteamericanos también creen que “las críticas públicas sobre las políticas sobre remuneración de los ejecutivos son injustas”, un porcentaje mucho más alto que los ejecutivos de Asia-Pacífico (51%) y Europa (48%).
Dentro del sector financiero, la actitud respecto a la rendición de cuentas y la gestión de riesgo varía entre consejeros delegados y directores financieros. Ambos discrepan sobre lo que constituye la rendición de cuentas. Sólo el 16% de los primeros piensa que los líderes empresariales deben ser más responsables ante la sociedad en general, más del doble que los directores financieros (33%). Cuatro de cada cinco consejeros delegados también creen que han tomado las medidas adecuadas para mejorar la gestión de riesgos en sus empresas. Sin embargo, sólo el 65% de los directores financieros está de acuerdo.
El informe, patrocinado por SAS, se basa en un estudio realizado en primavera entre 387 directivos de nivel C en Europa occidental, Asia-Pacífico y América del Norte. Más de tres cuartas partes de los encuestados (78%) pertenecían al sector de servicios financieros, incluyendo seguros y reaseguros, banca de inversión y mercados de capitales, banca minorista y banca comercial. El resto (22%) eran altos directivos de la industria de la energía y servicios públicos, donde la rendición de cuentas se ve afectada a menudo por los mismos factores que en los servicios financieros: elevado escrutinio público de los riesgos y beneficios, un entorno operativo complejo y global y un impacto significativo de las decisiones empresariales sobre la sociedad y el Estado.
Fuente: Compromiso Responsable
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