La ética es el único valor que Adriá no se cuestiona nunca
“Si uno no se transforma está muerto, porque para durar en un negocio es necesario adelantarse al pensamiento de los demás y ser único”. Este consejo es de Ferrán Adriá, considerado el mejor chef del mundo entre 2005 y 2009.
El creador de ‘El Bulli’ (restaurante más destacado del mundo durante cinco años) se encuentra en una gira llamada ‘Juntos para transformar’, y que tiene como objetivo difundir la importancia de la innovación, la creatividad y las nuevas tecnologías como motores del progreso empresarial.
Adriá, además de cocinero es un importante referente para los emprendedores por su creatividad. A lo largo de sus charlas por todo el globo ha dejado seis importantes principios que reflejan su forma de trabajo, y que son aplicables a quien quiera lanzar su propia empresa.
1. Pasión
“La pasión por lo que haces es imprescindible. Si no la tienes, olvídate de todo lo demás”, aseguró Adriá en una charla en A Coruña recogida por Orlando Cotado. Sin embargo, la pasión por si sola no sirve de nada: hay que acompañarla de esfuerzo, trabajo y tener muy claro el objetivo. En este punto también es importante la ambición, básica para conseguir algo grande. El objetivo de Adriá era cambiar el modelo de restauración, crear una nueva cocina.
2. Riesgo
“Es necesario arriesgar, pero controlando en la medida de los posible”. El riesgo es básico para ser creativo, y hay que asumir que se pueden producir errores. Hay ideas que pueden no llevar a ninguna parte, pero no debe considerarse tiempo perdido, sino que a partir de ellas podemos haber descubierto otras ideas o aprender nuevas cosas.
3. Libertad
“Diviértete y no busques el éxito, sino la felicidad”. La libertad, incluso la anarquía, son importantes para Adriá, pero siempre que se parta de un orden y una planificación. Nunca se sabe a dónde puede llevar una idea, por lo que recomienda “tirar del hilo”. Un plato nuevo nace de procesos de creación a veces complejos, que tienen un proceso de reflexión que viene de otros platos o de otras ideas.
4. Ética
“Has de crear para la gente, no para ti. Si ganas mucho dinero y no lo inviertes en un legado para la gente ¿de qué habrá servido?”. La ética, la importancia de los valores, es el único punto que no se cuestiona Adriá.
5. Humildad y generosidad
El Bulli montó cursos para cocineros para financiarse en épocas de vacas flacas. Sin embargo, el cocinero catalán confesó que el mayor beneficio de esos cursos, al final, fue poder aprender de sus alumnos, que eran desde cocineros profesionales a amateurs del sector. Por eso, Adriá recomienda ser humilde para poder aprender de cualquiera.
En cuanto a la generosidad, es la que le ha llevado a desarrollar la Bullipedia, un proyecto de Archivo Creativo Gastronómico que pretende almacenar todas las creaciones gestadas en el Bulli durante 30 años.
6. Creatividad
Y el objetivo de final es desarrollar la creatividad al máximo. “Muchas empresas saben deben hacer, pero no lo hacen”, advierte Adriá. Hay que ser capaz de transformarse constantemente, replantearse el origen de las cosas, para ser verdaderamente creativo. Las preguntas ¿por qué…? y ¿y si…? son las dos principales herramientas de innovación que existen. “Es necesario entender que no sólo en la NASA se crean cosas impresionantes sino que desde una pequeña carnicería de barrio se pueden desarrollar conceptos sorprendentes”, asegura.
“El éxito es efímero. Esta sociedad devora a los triunfadores”, sentencia Adriá, que en su gira mundial, iniciada en 2010 junto con Telefónica, ha visitado ciudades como Barcelona, Nueva York, Munich, Lima, Buenos Aires, Londres, Pekín o Santiago de Chile.
Fuente: El Economista