Por Joan Fontrodona
He asistido a la presentación del informe «Tecnología con propósito. El impacto social de la empresa en la era digital», promovido por el Observatorio empresarial contra la pobreza. El Observatorio es una iniciativa de la Fundación Codespa, con el apoyo de BCG y del IESE, en el que participan de momento siete entidades.
Cada año escogemos un tema -siempre en torno a la lucha contra la pobreza-, sobre el que realizamos un informe y llevamos a cabo otras iniciativas complementarias. Este año el tema que hemos escogido es cómo el uso de las tecnologías ayuda a mejorar las condiciones de vida de colectivos en riesgo de exclusión social.
En la presentación del informe, que tuvo lugar el pasado martes en Madrid, nos desglosaron el contenido del informe, y luego tuvimos un par de mesas redondas con distintas aportaciones de empresas, emprendedores sociales y organismos, con ejemplos concretos de cómo usar la tecnología para hacer un mundo mejor: cómo la Fundación Vodafone ayuda a un joven nigeriano que vive en un campo de refugiados en Tanzania a estudiar la carrera de ingeniería a distancia; cómo It-willbe, una ONG de desarrollo, usa datos biométricos para proteger a los miles de niños que viven en la India sin ningún tipo de identificación, o Vizzuality utiliza big data para controlar la desertización de territorios o la protección de la fauna marina; cómo BBVA Microfinanzas desarrolla tecnología para cumplir su misión de llegar a todo el mundo que necesite un microcrédito, o una ingeniería como Satec pone su talento para intervenir en sectores con impacto social; cómo Fundación Codespa promueve una aplicación móvil para ayudar a los campesinos en Guatemala a cuidar mejor su tierra; o el Programa Mundial de Alimentos usa la tecnología para dar comida a millones de personas cada día en 80 países de todo el mundo. Dedicar un día a escuchar cómo la gente se esfuerza por hacer el bien y contribuir a un mundo mejor es siempre gratificante.
El informe incluye una serie de conclusiones y propuestas de acción. Me quedo con la primera y la última de las conclusiones:
- La primera, la innovación tecnológica es una oportunidad para que las empresas aumenten su compromiso social, mejorando sus beneficios y su reputación.
- Y la última, el bienestar de las personas debe estar en el centro de cualquier proyecto tecnológico.
Os animo a leer el informe aquí. Y si alguien se anima a ver la jornada completa, la tenéis aquí.