Vincular parámetros éticos en la manera de hacer negocios parece volverse una necesidad imperiosa para muchas empresas de nuestro país y del mundo. A más de uno llamará la atención o le surgirán dudas sobre ese interés por la ética en las compañías, pero varias experiencias demuestran que una nueva conciencia empresarial puede sumar bienestar.
Todo parece indicar que la responsabilidad social llegó para quedarse. Cada vez más gerentes y ejecutivos de nuestro país acuden a cursos, seminarios y congresos que tienen a la RSE (responsabilidad social empresarial) como tema central del debate, tratando de desentrañar el misterio del porqué grandes compañías del mundo —aunque no todas— apuestan a la fusión de la ética y la empresa, dos conceptos que hasta hace unas décadas parecían incompatibles. “Esta sociedad global está mostrando a los empresarios que el camino de una gestión social puede convertirse en una buena apuesta para la sostenibilidad y rentabilidad de las empresas”, asegura Gisella Lefevbre, consultora en RSE.
A su criterio, el posicionamiento en la agenda pública de la responsabilidad social como concepto general, sin tener en cuenta si la organización es con o sin fines de lucro, está contribuyendo a que los empresarios se sensibilicen y tomen conciencia acerca de los desafíos que implican para su gestión cotidiana recurrir a la ética en todas las decisiones que se tomen en la empresa.
“Experiencias locales e internacionales están demostrando que a las empresas les va bien financieramente a la par que generan bienestar. Esto hace que muchas compañías comiencen a mirarse hacia adentro, viendo qué pueden hacer, en qué pueden mejorar gradualmente en todos sus procesos. Por otra parte, la exposición pública que tienen las empresas que se empiezan a llamar socialmente responsables —o que practican la RSE y lo hacen público— las obliga a mantener una actitud coherente entre lo que hacen y lo que dicen. A medida que las empresas van midiendo su impacto positivo, se sienten alentadas a continuar en esa corriente que busca el bien común”, afirma la consultora.
En definitiva, la RSE gana espacio y genera cada vez más curiosidad y espacios para el debate. “Hay muchas consultas de cómo hacer un diagnóstico, o de cómo hacer un plan de RSE o cómo propiciar alianzas que permitan más oportunidades, y todo ello es válido para acercarse a esta nueva corriente”, sostiene Lefevbre.
Fuente: www.abc.com.py